jueves, 29 de octubre de 2015

André Gide: Regreso de la U.R.S.S. seguido de Retoques a mi Regreso de la U.R.S.S.



La obra de André Gide que a continuación se analizará, nos dejara ver como el autor sufre un desencanto tan profundo que pone en duda toda su identidad política; y que además se reflejaría en las posteriores obras de este, quien con este viaje llegó a entender la realidad que germinaba hasta ahora(1936) en la U.R.S.S. y que prometía redefinir el orden social del mundo. Constituye una fuente importante que nos permite ver realidades sociales sin que fuesen alteradas por la propaganda y la política de Estado comunistas, con estas críticas el autor se granjeo enemigos intelectuales que antes estaban en su línea de pensamiento, debido a su desconocimiento de las realidades que Gide si pudo observar y plasmar en su obra. El autor además augura que dicho sistema económico y político está condenado al fracaso toda vez que no existe una coherencia entre lo teórico del discurso comunista y lo que el mismo observa en las fabricas y ciudades que visita.

André Paul Gide puede ser considerado como uno de los escritores más importantes de las primeras décadas del siglo XX. Nació en Paris, Francia, el 22 de noviembre de 1869. Hijo de Paul Gide, un profesor de leyes de la Universidad de Paris y Juliette Rondeax. Desde pequeño su salud mostro deterioro, lo cual contribuyo a que pasara gran parte de su vida escribiendo. Ya en 1891 escribe su primera obra titulada Los cuadernos de André Walter, que reflejan su idealismo juvenil. A finales del Siglo XIX viaja al norte de África en donde conoce a Oscar Wilde; y durante esa época comienza a reconocerse como homosexual, sin que la amistad de Wilde influyese en ello. A pesar de su prolijidad como escritor, no sería sino hasta el final de la Primera Guerra Mundial que sus obran alcanzarían renombre y que autores como Albert Camus o Jean-Paul Sartre lo tomaran como referencia. Durante la década de los 20's viajó al África Francófona (Congo, Chad, Camerún) en donde escribió obras que criticaban el modelo económico que se había adoptado por Francia sobre sus colonias. Fue un gran defensor de los derechos de los homosexuales, además de un crítico del comunismo, después de haber comulgado con esas ideas. Sus obras fueron galardonadas en 1947 con el Premio Nobel de Literatura ''por sus escritos comprensivos y artísticamente significativos, en los que los problemas humanos y las condiciones (de vida) se han presentado con un amor sin miedo de la verdad y una perspicacia psicológica aguda''[1]

El objetivo del texto es demostrar que las concepciones acerca del modelo comunista estaban viciadas de idealismos que no permitían la ejecución de estos en la realidad. Gide se da cuenta de esto ya que en un primer momento él también idealizo la U.R.S.S. como lo vemos en la siguiente cita: ''la U.R.S.S. nos ofrece actualmente un espectáculo sin precedentes, de una importancia inmensa, inesperada y me atrevo a decir ejemplar''[2]. Su convencimiento era tan grande que podría darle una connotación casi religiosa a su postura inicial, que se ve reflejada inclusive en sus primeras producciones en Rusia, como el discurso que pronuncio con ocasión de los funerales de Gorki: ''La suerte de la cultura está ligada en nuestras mentes al destino mismo de la U.R.S.S.''[3].  Si bien, en un principio se nota la intención de resaltar los puntos importantes que saltaban a la vista del autor, gradualmente se nota el cambio de pensamiento y el descontento que genera el viaje. 

El documento generó un gran revuelo entre los comunistas más acérrimos (Muchos amigos de Gide) debido al cambio de postura que el autor toma en contra del comunismo y el estalinismo; inclusive los ataques más fuertes realizados a su obra crearon la necesidad de publicar unos meses después unos ''retoques'' a su obra inicial, en los que debatía algunas de estas críticas; lo cual no exonero la polémica a ésta. 

Otra motivación para retocar la obra original era que Gide no quería apoyase firmemente en ideas fascistas de las cuales siempre se declaro reacio. 

En el momento en que la obra salió a la luz pública la U.R.S.S. se encontraba afrontando un cambio en su estructura política y económica; con la llegada de Stalin al poder, se afianzo la idea de una única dirección estatal en la que se impuso la industrialización del país a marchas forzadas, se margino el revisionismo y se construyó una economía planificada que respondía a planes quinquenales. Dietrich Schwanitz definía a Stalin como un ''personaje tan primitivo, desconfiado y astuto como Hitler''[4]. Ahora, si bien la Unión Soviética se convirtió en potencia gracias a las políticas adoptadas durante el régimen estalinista, el costo social y político fue muy alto. Se dejó atrás a esa anticuada Rusia agrícola para constituir una fuerza industrial  asumida en su totalidad por el Estado que sirviese a los fines del partido único. Ésta, es la Rusia que visita Gide, una nación en construcción que busca imponerse a fuerza como un nuevo paradigma dentro del orden mundial.

Y es así como el texto se dirigía a todas aquellas mentes intelectuales comunistas europeas (tales como la del autor), quienes no entendían el porqué del cambio de mentalidad de Gide. Él mismo (en la nota preliminar de su libro) se pregunta si fue él quien cambio o lo hicieron los ideales a los que les profesaba respeto y admiración. No en vano reconoce su error y busca respuestas a dicho fracaso. Por otro lado, el texto también es objeto de estudio por parte de otros lectores con diferentes tendencias políticas, quienes encuentran en éste, argumentos para  continuar su lucha ideológica contra el comunismo. Aun así, se debe entender esta obra como el relato de un solo hombre, quien en su fuero interno ponderó la realidad que pudo observar con aquellos ideales nobles que tenía arraigados en su interior y que no fueron cumplidos en su totalidad. No en vano busca escribir la obra con la mayor honestidad y objetividad que le son posibles.

Podemos dividir el texto en dos: una primera parte en donde se exponen las experiencias de Gide en la Unión Soviética, y una segunda parte que corresponde a los retoques que se hicieron a la obra debido a las cuantiosas críticas que recibió. La obra, más que un relato lineal de la estancia del autor en la Unión Soviética, es una compilación de los momentos más profundos que lograron crear en él una reflexión profunda acerca de la naturaleza de aquél nuevo paradigma social que se estaba imponiendo. Cada capítulo en si tiene particularidades que giran en torno a una temática diferente que el autor va explicando a medida que avanza el texto y que se van complementando con las reflexiones que le suscitan en cada evento que presencia. 

En el primer capítulo vemos las primeras impresiones del grupo de escritores a su llegada a la Unión Soviética. En los primeros momentos se admiran los logros de la revolución que buscaba dejar atrás el ruinoso pasado de la era zarista pero las condiciones desiguales comienzan a relucir; anécdotas como el viaje en tren en donde se les asigna un vagón especial mientras el resto viaja en condiciones precarias van revelando el matiz que tomara el libro.

La llegada a Leningrado supone un cambio en el paisaje: La ciudad es considerablemente más bella que Moscú, aunque comparten esa herencia del antiguo régimen que se quiere dejar atrás, se refleja como el espíritu del ruso está regido por lo utilitario, lo práctico y lo ordinario en detrimento de lo exquisito. La idea principal del segundo capítulo radica en cómo las doctrinas marxista-leninistas se están implantando en el subconsciente del ciudadano ruso para lograr los fines plasmados por dicha doctrina; elementos como el igualitarismo y la uniformidad son esenciales y la economía trabaja en función de ello. Como los pueblos de la U.R.S.S. van en aumento y demandan más del Estado, este busca suplir las necesidades de su pueblo, aun así, el Estado apela a la naturaleza pasiva del ruso, que se acostumbra a una economía en crecimiento y que busca más la cantidad que la calidad, esto basado en el dominio total de la economía por parte del Estado, lo cual asegura la inexistencia de la competencia. Con un pueblo con expectativas bajas en cuanto a lo que consume y necesita, se pueden obviar los controles de calidad, a pesar que la industria continúe produciendo elementos inservibles; para ello, el mismo Estado promueve iniciativas como el estajanovismo, que busca generar por parte del pueblo una entrega total al desarrollo económico sin esperar contraprestaciones, ya que se hace de manera voluntaria.

Con todo esto se busca la uniformidad y la falta de criterio. Una sola opinión que encamine a todos hacia un conformismo y que otorgue a los ciudadanos que no esperan mucho de su propio gobierno pero que mantienen la confianza depositada en este, una felicidad que preserve el status quo. Se celebra el actual estado de las cosas y la educación promueve ese regocijo, además consideran que su trabajo les ha granjeado la admiración de las naciones atrasadas y sumidas en el capitalismo, considerarse ejemplo para el resto del mundo; para mantener este orden de ideas el mismo Estado le oculta a los ciudadanos la realidad del extranjero y Gide da cuenta de ello, Él entiende que la forma en que viven los rusos es una especie de avasallamiento, en donde si existen diferencias en el orden social. Es un país en donde la pobreza abunda por doquier, lo cual genera en Gide un temor a volver a un estado anterior a la revolución en donde la inequidad motive otra insurrección. A pesar de ello, Gide comprende que la U.R.S.S. aun está en construcción y este proceso histórico había sido previsto, no en vano el mismo Lenin decía que en esta primera fase del comunismo, la igualdad era imposible debido a las condiciones de cada hombre pero lo que se había logrado era evitar que el hombre fuese explotado por el mismo hombre, ya que deja de existir la propiedad privada en favor de una sociedad igualitaria[5].

Una de las criticas más fuertes que Gide hace es al modelo estalinista. De los elementos más fuertes que se presencian en toda la Unión Soviética es el culto a la personalidad dirigida al ''Padre de los Pueblos'', en las paredes de las casas, fabricas, clubes y demás existen retratos de Stalin, quien era venerado casi como un líder, dirigía al Estado y quien realizaba los informes quinquenales, por esto, todas las directrices dadas por él en sus planes y discursos resultaban ser acertadas, lo cual demostraba su ''genio''. La crítica hacia él era considerada  como traición, y quienes la cometían eran eliminados, esto tenía un propósito especial, ya que desviaba de la imagen de Stalin ''la sospecha de haber cometido errores políticos''[6].  El  mismo autor reconoce como la Dictadura del Proletariado se transforma en un totalitarismo, en el espíritu conformista que es exigido de cada ciudadano y se busca suprimir toda oposición o disidencia que atente contra los principios del partido. Este formalismo impregnaba cada esfera social, declarando que todas las formas de expresión debían estar acorde a una misma línea de pensamiento, para no caer en la rebeldía. El arte, que era sinónimo de revolución, se convierte en mera propaganda estatal, y deja de lado el trasfondo de las cosas para preocuparse más por la forma[7]. El avasallamiento de esta dictadura soviética es tal, que Gide llega a compararla con la Alemania de Hitler[8].

El desencanto que sufre Gide durante toda la obra (y que marcaria su pensamiento en adelante) radica en cómo éste sintió que las políticas estalinistas contrariaron todo lo que él pensaba y esperaba de un modelo político que de cierta manera, salvaría a la humanidad. Él mismo afirma que ''La U.R.S.S. no es lo que esperábamos que sería, lo que prometía, lo que intenta parecer todavía; ha traicionado todas nuestras esperanzas'' [9]. Eric Hobsbawn argumenta que la literatura comunista a mediados de 1935 comenzó a acusar a los movimientos comunistas en Moscú de traicionar los ideales originales de Marx y Lenin, siendo auspiciados por las alas más ortodoxas y soviéticas del comunismo[10]. Podemos agregar que inclusive la misma historiografía se vio afectada por lo que Gide consideraba ''La Línea'': Durante los debates historiográficos de la Segunda Internacional, el mismo Stalin habría ordenado acomodar el trabajo de los historiadores a las directrices del partido en cada momento[11]. Esto deja entrever que si hubo un descontento por parte de ciertos sectores con respecto al rumbo que la revolución había tomado, y que aquellos pensamientos idílicos que Gide y otros compartían, eran erróneos.

Podemos terminar realizando un símil entre la revolución que continuo Stalin y el mito de Cronos, ya que al igual que este titán griego, el comunismo termino atacando a sus propios hijos. El mismo Stalin termino traicionando todo aquello que representaba en un primer momento, y dentro del mismo Estado comunista se reconoció esta situación. Si analizamos el discurso secreto[12] proferido  por Nikita Khruschev, la reacción después de la muerte de Stalin fue de critica a este por engrandecerse y direccionar el país contrariando los principios que Lenin había dictado. Estas son conclusiones que también son inferidas por Gide, al decir que la manera de Stalin de dirigir al pueblo no era coherente con lo que se esperaba. 

Con lo anteriormente desarrollado podemos entender los motivos que generaron en André Gide una desilusión tan profunda que generara dentro de su pensamiento un sisma, además de dar polémica entre los intelectuales de la época. Del texto podemos concluir que si bien los principios fundamentales de la revolución de octubre (y en general las directrices del Marxismo-Leninismo) dieron las pautas que debían seguir las naciones para abandonar el capitalismo como orden social, para evolucionar hacia un comunismo, que generó por otra parte una alteración en el Estado heredado por Stalin que rayaba en el totalitarismo.
Hablando acerca de la naturaleza social de la U.R.S.S. podemos inducir como se repite en el documento, que la Unión Soviética de la época si respondía a los planteamientos que nos brindan Marx y Lenin acerca de las primeras fases de un Estado comunista[13]. Elementos que el mismo Lenin busco eliminar para hacer de su modelo de Estado uno más eficiente, como la burocracia, llegaron a tomar un papel primordial durante la dictadura de Stalin y contribuyeron a que los aparatos estatales fuesen inoperantes.

Cabe resaltar, que la actitud de Gide al momento de elaborar su trabajo era totalmente honesta y coherente con lo que él pensaba y observaba. No por ello, el desencanto con respecto al modelo socialista es palpable a medida que avanza la lectura. Inclusive, el hecho de redactar unos retoques a su obra, muestra por parte de él un interés en dilucidar la verdad acerca de las experiencias que él vivió, no sin dejar en claro que todo aquello en lo que el confiaba antes de junio de 1935 con respecto al comunismo era falso.
















BIBLIOGRAFIA
·         Gide, André. Regreso de la U.R.S.S. seguido de Retoques a mi Regreso de la U.R.S.S. Muchnik Editores (Barcelona, 1982)
·         Schwanitz, Dietrich. La Cultura: Todo lo que hay que saber. Taurus (Buenos aires, 2003)
·         Lenin, Vladimir Ilich. El Estado y la revolución. Editorial Progreso (Moscú, 1976)
·         Hobsbawn, Eric. Historia del Siglo XX. Editorial Critica (Barcelona, 2011)
·         Fontana, Josep. La historia de los hombres. Editorial Critica (Barcelona, 2001)
·         Informe secreto al XX Congreso del PCUS: 25 de febrero de 1956.


[1] "The Nobel Prize in Literature 1947". Nobelprize.org. 21 Apr 2013 http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1947/index.html
[2] Gide, André. Regreso de la U.R.S.S. seguido de Retoques a mi Regreso de la U.R.S.S. Muchnik Editores (Barcelona, 1982) Pág. 13.
[3] Gide, p. 22
[4] Schwanitz, Dietrich. La Cultura: Todo lo que hay que saber. Taurus (Buenos aires, 2003) Pág. 193.
[5] Lenin, Vladimir Ilich. El Estado y la revolución. Editorial Progreso (Moscú, 1976) Pág. 89.
[6] Schwanitz, p. 192
[7] Según Gide, el arte pierde sus virtudes al ser reprimida y direccionada. Gide, p.62.
[8] Gide, p. 52
[9] Gide, p. 132
[10] Hobsbawn, Eric. Historia del Siglo XX. Editorial Critica (Barcelona, 2011) Pág. 82
[11] Fontana, Josep. La historia de los hombres. Editorial Critica (Barcelona, 2001) Pág. 232
[12] Informe secreto al XX Congreso del PCUS: 25 de febrero de 1956. Tomado de: http://www.marxists.org/espanol/khrushchev/1956/febrero25.htm
[13] Lenin, p. 78

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